Después del intenso sol del verano, nuestra dermis se enfrenta a otro enemigo no menos peligroso: la caída de las temperaturas, que puede resecarla y dañarla. Sin embargo, esto no es solo culpa del termómetro y de las masas de aire frío, sino también del uso de la calefacción interior, que contribuye a que los tejidos cutáneos pierdan parte de su humedad. Ante esta situación, seguro que te estarás planteando lo siguiente: ¿cómo preparar tu piel para el frío?
Esta cuestión es fundamental, ya que la salud de la dermis no solo es importante desde un punto de vista estético, sino que también es esencial para nuestro organismo funcione correctamente. Entre otras cosas, la piel actúa de barrera para patógenos como los virus y las bacterias, a los que estamos expuestos a diario. Además, también protege contra la acción de los rayos ultravioletas y nos permite reaccionar con rapidez cuando sentimos cambios relacionados con el dolor o con la presión. De ahí la necesidad de cuidar la piel después del verano (y en cualquier otro momento del calendario).
Por otro lado, los meses de clima frío pueden afectar negativamente a la salud de la piel, provocando afecciones como xerosis (piel seca) o dermatitis atópica. Este es el nombre con el que también se conoce a los eccemas o eczemas, una enfermedad cutánea que ocasiona hinchazón, picazón y descamación.
¿Quieres saber cómo defenderla de las agresiones externas en los meses venideros? Si es así, nuestros consejos para preparar tu piel para el frío te interesan.
Hidrata la piel a diario
Aunque se recomienda seguir esta rutina de cuidados durante todo el año, esta rutina de belleza es realmente indispensable en otoño, por lo que hay que prestarle una especial atención. En estas fechas, los humectantes a base de crema funcionan mejor que el aceite o las lociones para pieles normales a secas. Si tienes la piel sensible, elige una crema hidratante sin fragancia ni lanolina. Nuestro consejo es que apliques la crema directamente sobre la piel mojada después de la ducha o del baño, para ayudarla a atrapar la humedad de la superficie.
¿Los productos químicos y farmacéuticos no te acaban de convencer? Si es así, aquí tienes algunas de las mejores mascarillas caseras para una hidratación perfecta. ¡Funcionan!
Limpia tu rostro y tus manos menudo (¡pero sin excederte!)
Una limpieza demasiado frecuente elimina los humectantes naturales de la piel. Con esto no te estamos diciendo que tengas que renunciar a tu ducha diaria, sino que procures no enjabonar en exceso aquellas partes en las que no tiendan a acumularse la suciedad o el sudor, como los brazos, las piernas o el abdomen.
En cualquier caso, este consejo choca con las recomendaciones sanitarias de lavarse con frecuencia las manos, ya sea con jabón o gel hidroalcohólico, debido al episodio de COVID-19 en el que estamos inmersos. Y aunque ahora mismo no queda otra opción que extremar la higiene en esta parte, aquí te dejamos unos consejos para cuidar tus manos y que luzcan igual de bonitas que antes de la pandemia. Asimismo, son ideales para mantener la piel hidratada.





El agua de la ducha, mejor si es tibia
Si notas la piel tirante o sensación de picor coincidiendo con las bajas temperaturas, toma duchas cortas o báñate con agua tibia, utilizando para ello un jabón con pH neutro. La clave es no usar agua caliente, ya que eso irritaría la piel o haría que aparecieran rojeces. Inmediatamente después de tu aseo diario, aplica una crema espesa o un humectante, como la vaselina o de tipo similar. Evita también secarte de forma enérgica. En vez de eso, elimina el exceso de agua dándote pequeños toques o palmaditas con la toalla. Prevendrás así un posible enrojecimiento de la dermis.
Incluso, si no eres una persona friolera, te recomendamos que remates la ducha aplicando unos chorros rápidos de agua fría sobre las piernas. Además de mejorar la circulación sanguínea, también te ayudará a combatir la celulitis.
Utiliza humidificadores domésticos
Como hemos dicho anteriormente, el aire seco reduce la humedad de su piel. Por eso, colocar humidificadores en las habitaciones de tu casa o en tu lugar de trabajo puede ser muy beneficioso. No obstante, acuérdate de limpiar cada aparato y cambiar el agua de acuerdo con las instrucciones del fabricante, para impedir que acabe llenándose de moho.
Protege tu piel del viento
Como hemos apuntado anteriormente, el viento frío produce sequedad en la piel. Para que esto no sea un problema, cúbrete la cara —con la mascarilla higiénica obligatoria, ya tienes parte del trabajo hecho— y usa para tus labios un bálsamo labial rico en aceite. Los protectores labiales formulados con cremas con ceramidas también son muy efectivos para hidratar en profundidad. ¡Haz la prueba!
Toma suplementos de vitamina D
Durante el verano, la producción natural de vitamina D aumenta como resultado de la exposición diaria al sol. Sin embargo, este efecto beneficio de los rayos solares disminuye cuando llega el otoño. Tomar suplementos vitamínicos puede garantizar que obtenga las cantidades recomendadas de vitamina D en las próximas semanas. Consulta con tu médico o farmacéutico cuál es el más adecuado para ti.
Evita el frío extremo y la exposición solar intensa
Al igual que ocurre en verano con el calor, el frío también castiga la piel, por lo que más vale resguardarse del mismo. Ponte en contacto con tu dermatólogo de inmediato si desarrollas cambios de color en sus manos o pies acompañados de dolor o de la aparición de pequeñas heridas o úlceras.
Otro tanto ocurre con la exposición solar. Recuerda que el sol de otoño, aun siendo menos intenso que el de la época estival, también puede ser perjudicial para la piel. Incluso en estas semanas, debes usar una crema solar con un factor de protección solar de 15 o más si planeas estar al aire libre durante bastante tiempo. Ten en cuenta que la sobreexposición a la luz solar puede provocar un envejecimiento prematuro de la piel y, en los casos más extremos, incluso la aparición de melanomas.
Prescinde de las cabinas de autobronceado
Aunque a muchos les gusta lucir una piel bien bronceada, las cabinas de rayos UVA y las lámparas solares artificiales son dañinas y aumentan el riesgo de desarrollar un cáncer de piel. Si deseas prolongar tu bronceado en otoño e invierno, decántate por autobronceadores, complementando su acción con una crema hidratante de calidad, ya que estos productos también pueden resecar la piel.
Descubre cómo puede ayudarte la medicina estética
Los tratamientos faciales de medicina estética también pueden ser un poderoso aliado para cuidar tu piel en otoño. Entre los más demandados, se cuentan los rellenos dérmicos de ácido hialurónico, una sustancia naturalmente presente en la piel que ayuda a hidratarla desde dentro, favoreciendo al mismo tiempo la producción de colágeno, imprescindible para que gane en elasticidad. Otro tanto podría decirse del peeling químico, con el que es posible regenerar las capas de piel dañadas por el sol del verano, deshacerte de las células muertas y eliminar o suavizar las manchas cutáneas.
Por otro lado, el otoño es la mejor época para iniciar un tratamiento de depilación láser, ya que la piel ya ha perdido el bronceado estival y está libre de las quemaduras solares. Echa un vistazo a nuestro buscador y escoge el mejor centro de depilación láser para ti entre nuestros más de 70 centros en España, Andorra y Rusia. Puedes optar por una depilación de piernas medias o de cualquier otra parte del cuerpo, o bien por una depilación completa.
¿Tienes más dudas sobre cómo preparar tu piel para el frío? Si es así, contacta con Grupostop sin compromiso, llamando gratis al 900 828 410 o escribiéndonos a hola@grupostop.eu. Nuestros expertos estarán encantados de atenderte y asesorarte con honestidad y profesionalidad, para que consigas tu mejor versión.